El viernes fui a cenar a La Fábrica
Moritz. Llevaba tiempo queriendo ir pero solamente había tenido la oportunidad
de descubrir el espacio tomándome una caña.
El local es realmente espectacular.
Han reconvertido la mítica Fábrica Moritz ubicada en el barrio de Sant Antoni
en un centro gastronómico, cultural y de ocio. El artífice ha sido el
arquitecto Jean Nouvel.
El lugar conserva la estética
industrial propia de la fabrica pero aunando modernidad. Esa modernidad propia
de Barcelona de la cual bebe la propia marca.
A parte de disfrutar de su increíble
gastronomía, recomiendo no perderse ninguno de los espacios de La Fábrica, los
servicios son dignos de visitar. Para acceder tienes que pasar por delante de
los tanques de cervezas y finalmente una pasarela de cristal te conduce hacía
ellos.
La carta de La Fábrica Moritz es
extensa (más de 4 páginas) y fusiona cocina mediterránea con platos típicos de
la cultura Alsaciana. Des de las tapas andaluzas a las salchichas alsacianas,
pasando por ensaladas, marisco, patatas bravas, ensaladilla, etc.
Nuestra propuesta para ese cena fue:
Ensalada de crudites, patatas bravas, coca de “recapte”, pescadito frito,
mariscada de verduras y para terminar foundant de chocolate con helado de
vainilla.
Toda la comida estaba realmente
buena, y el producto era de primerísima calidad. Todos los postres los elaboran
en el propio restaurante, y eso se nota.
La cerveza
es el ADN de la marca, y como no
podía ser de otra manera, la elaboran diariamente en la propia Fábrica Moritz.
Totalmente recomendable, volveremos pronto!!
Feliz domingo.
Besos
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