Reflexiones sobre mi primer viaje en solitario:
Hace unos meses decidí que cuando estuviera en Malasia haría una escapada totalmente sola, y así fue. Maleta, cámara de video y móvil en mano me fui para Bangkok.
No os voy a engañar que durante las preparaciones del viaje e incluso hasta mi llegada al hotel, estuve bastante nerviosa. Era mi primer viaje en solitario durante seis días y viajar por el sud-este asiático me daba bastante respeto.
También os confesaré que esos nervios son buenos. Son positivos no solo porque te hacen sentir viva, sino porque son el reflejo de que estás saliendo de tu zona de confort.